Muchas personas esperan obtener lo mejor cuando van a una peluquería. Es como una mini escapada. Relajarse y ser mimado: ¿qué es lo que no debe gustar? Tricia W., una maquilladora de Wilmington, tiene una historia diferente que contar. Debo advertirle, no es una historia feliz porque no tenia seguro para peluquería.
Tricia vio cómo se desarrollaba así. La mayoría de la gente visita a un estilista en particular en una peluquería. Esto puede ser porque les gusta el trabajo de ese estilista o barbero, o el estilista los pone a gusto, o tal vez porque los conocen personalmente. Uno de estos asiduos a la peluquería donde trabajaba Tricia era una mujer de 60 años que siempre insistía en su estilista favorito. Hacía un gran alboroto si algo no le gustaba. Tenía un hermoso cabello grueso pero, a pesar de la moda de las canas, le gustaba mantener el rubio. Por supuesto, esto requería viajes regulares a la peluquería para que no se vieran las raíces. Decir que ella era bastante difícil es una subestimación.
Así que en esta ocasión en particular, llegó a tiempo a su cita pero se horrorizó al descubrir que su estilista no estaba allí. La verdad es que el estilista tuvo que llevar a su hijo al hospital. Si hubiera sido algo menos que una emergencia para el estilista, entonces esta historia podría haber resultado mejor. Sin embargo, se aseguró de llamar a la peluquería y hablar personalmente con su cliente, asegurándole que un colega se ocuparía de su cabello. El cliente era escéptico, pero estuvo de acuerdo.
En resumen, el tratamiento fue un desastre. El estilista usó los químicos equivocados y quemó el cuero cabelludo y la frente del cliente. Fue un accidente muy doloroso, tanto para el cliente como para la peluquería. Ella demandó a la peluquería por negligencia, lesiones físicas y trauma emocional.
Esto es un recordatorio de que, incluso para los estilistas bien entrenados, las cosas pueden salir mal. Y al igual que en el caso de la amiga estilista de Tricia, los honorarios legales involucrados podrían ser enormes. De hecho, si la peluquería no hubiera tenido seguro, probablemente habrían tenido que cerrar. Es por eso que todos los salones de belleza deben invertir en la póliza de seguro adecuada.
En los Estados Unidos, la mayoría de las peluquerías son pequeñas empresas o negocios de una sola tienda, lo que a su vez aumenta el riesgo de pérdidas financieras en caso de incendio, demanda o robo. Una póliza de seguro de responsabilidad civil para peluquería puede ayudar a salvar el día. Como cualquier pequeña empresa, si no te protege de los costes de las reclamaciones y los litigios, podrías quedarte sin negocio. Pregunte a los amables asesores de seguros de Small Business Liability para que le aconsejen sobre la mejor póliza para su salón de belleza. En lugar de esto, en vez de desear tener una póliza de seguro cuando las cosas se pongan mal.
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